La historia de Milán gira en torno al sistema de canales que serpentea por toda la ciudad. La excavación del canal Naviglio Grande comenzó en 1177 y fue uno de los primeros y más importantes canales de la zona de Lombardía durante la Edad Media.
Se tardaron unos 80 años en construir el canal, que hoy tiene unos 50 kilómetros de largo y entre 22 y 50 metros de ancho.
Hasta el siglo XIV, el Naviglio se extendía únicamente entre el río Ticino y el centro de Milán y se utilizaba para transportar diversas mercancías, principalmente el hermoso mármol blanco, verde y rosa utilizado para construir Il Duomo, la principal atracción de Milán en la actualidad, que comenzó su largo viaje en 1296.
Durante el fascinante recorrido por el hermoso paisaje, podrá ver casas típicas milanesas como las de la localidad de Cassinetta di Lugagnano, tiendas de arte y artesanía, anticuarios, cientos de cafeterías, bares y cafés al aire libre en un ambiente especial y acogedor, y las grandes villas residenciales con patios vallados de principios del siglo XX.
Naviglio Grande le invita sin duda a dar un agradable paseo en barco por una de las zonas más pintorescas de Milán.
A poca distancia a pie por el canal se pueden visitar iglesias, basílicas y otros lugares y atracciones históricas. En resumen, una experiencia sin la que no debería volver a casa.